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“Para gustos los colores”, pero…

Los colores proyectan más cosas de las que somos conscientes; a través de ellos expresamos mucho de nosotros.

Más allá de las teorías planteadas alrededor del color y de su efecto en determinados estados de ánimo, hay algo definitivo: no pasan desapercibidos y, definitivamente, son importantes al momento decorar un espacio. Es por ello que elegir qué colores usarás, es una decisión que merece tiempo, para evitar arrepentimientos.

¡Pierde cuidado!, queremos meternos un momento en tu hogar y darte algunas recomendaciones que te ayudarán a tomar a esa decisión.

  1. El color: un reflejo de la personalidad y una proyección de emociones

¡Por supuesto! Detrás de cada color hay un rasgo de tu personalidad y una imagen que deseas proyectar. Los colores, además, de dar un toque de identidad a un lugar, transmiten diversas emociones que no son fruto de la casualidad y que se traducirán en la energía que proyecta un espacio.  

  1. “O.K., ¿Pero, entonces, qué colores debo usar en mi hogar?”

Depende, en gran medida, de tu gusto personal; sin embargo, no porque tu color favorito sea el negro, quiere decir que sea el que más te convenga para las paredes de tu casa si vives en Riohacha. Ten en cuenta, que hay otros factores ―estéticos y simbólicos― que intervienen en la decisión de redecorar un espacio. 

Dicho esto, es momento de mostrarte una guía básica que te permitirá decidir qué colores serán una buena idea en tu casa.

Colores que transmiten vitalidad y energía: Son aquellos que han sido clasificados como cálidos. Son ideales para lugares que quieren ser vistos como espacios juveniles, frescos, enérgicos y creativos. 

Por ejemplo, el rojo, expresa energía, fuego o calor; el anaranjado, por su parte, es percibido como un color divertido, espontáneo y joven; mientras que el amarillo es dinámico, fresco y relajante; sin dejar de lado a los tonos marrones, que son asociados con la tierra, lo simple y ―si se quiere― con lo retro. Estos son llamados colores cálidos.

Si existe el calor, por supuesto, también existe el frío. Usar colores azules, verdes o púrpuras, generan una sensación de amplitud, de comodidad y de calma. 

Hablemos del azul: es un color serio que expresa confianza y lealtad; también es un color que se asocia con la fuerza. El púrpura, refleja espiritualidad y creatividad; mientras que el verde, proyecta juventud, vitalidad y tranquilidad. Sí, estos colores son denominados como colores fríos.

Si te has fijado, hay colores fríos y cálidos que proyectan las mismas sensaciones. Entonces, solo debes tener en cuenta cómo te sientes con uno o con otro. Tómate tu tiempo, juega en tu monitor con diferentes posibilidades y elige aquellas con la que te sientas más cómodo. 

  1. “Perfecto, pero… ¿Qué pasa con el blanco y el negro?

Sencillo, no todos los colores son fríos o cálidos; hay una clasificación neutral en la que encontrarás al blanco y al negro, los cuales también son asociados a ciertas emociones y proyectan diversas cualidades. 

Vamos con el blanco: es un color que expresa pureza, bondad, sencillez y genera una sensación de amplitud. Al ser neutro, es posible que encuentre una gran cantidad de seguidores que no se ven identificados con los colores fríos o con los cálidos. 

El negro es un color especial. Es sofisticado, elegante, calmado, un tanto misterioso y que resulta encantador si se le sabe dar el uso adecuado. Por ejemplo, en espacios poco iluminados, pequeños o ubicados en regiones de clima cálido, usarlo puede ser una mala idea. Sin embargo, si eres arriesgado y quieres impactar, te vendrá muy bien en la pared adecuada.